Aquí en México cada Fin de Año me encanta escuchar en la radio a Janett Arceo (quien es una comunicadora Mexicana muy reconocida) cuando invoca la
Oración de Fin de Año:
En estos últimos momentos del año que pronto termina,
heme aquí, Señor,
en el silencio y en recogimiento.
Para darte: GRACIAS;
para solicitarte: AYUDA;
para implorarte: PERDÓN.
Gracias Señor, por la paz, por la alegría, por la unión que los hombres,
mis hermanos me han dado.
Por esos ojos que con ternura y comprensión me miraron,
por esa mano oportuna que me levantó.
Por esos labios cuyas palabras y sonrisas me alentaron.
Por esos oídos que me escucharon.
Por ese corazón que amistad, cariño y amor me dio.
Gracias, Señor. . . me cuesta trabajo decírtelo. . .
Por el insulto, por el engaño, por la injusticia,
por el fallecimiento del ser querido.
Tú sabes Señor, cuán difícil fue aceptarlo;
quizá estuve al punto de la desesperación,
pero ahora me doy cuenta que todo esto me acercó más a Ti.
¡Tú sabes lo que hiciste!
Gracias, Señor, sobre todo por la fe que me has dado en Ti
y en los hombres.
Por esa fe que se tambaleó pero que Tú nunca dejaste de fortalecer
cuando tanta veces encorvado bajo el peso del desánimo
me hizo caminar en el sendero de la verdad a pesar de la oscuridad.
Te he venido también a implorar para el año
que muy pronto va a comenzar.
Lo que el futuro me depara, lo desconozco, Señor.
Vivir en la incertidumbre, en la duda, no me gusta;
me molesta, me hace sufrir. Pero sé que Tú siempre me ayudarás.
Yo te puedo dar la espalda. Soy libre. Tú nunca me la darás. Eres fiel.
Yo sé que contaré con tu ayuda. Tú sabes que no siempre cooperaré.
Yo sé que me tenderás la mano. Tú sabes que no siempre la tomaré.
Por eso hoy te pido que me ayudes a ayudarte,
que llenes mi vida de esperanza y generosidad.
No abandones la obra de tus manos, Señor.
No podía retirarme sin pronunciar esa palabra
que tantas veces te debería de haber dicho
por que por negligencia y orgullo he callado.
Perdón Señor, por mis negligencias, descuidos y olvidos,
por mi orgullo y vanidad, por mi necedad y capricho,
por mi silencio y mi excesiva locuacidad.
Perdón, Señor, por prejuzgar a mis hermanos,
por mi falta de alegría y entusiasmo,
por mi falta de fe y confianza en Ti,
por mi cobardía y mi temor en mi compromiso.
Perdón porque me han perdonado y no he sabido perdonar.
Perdón por mi hipocresía y doblez,
por esa apariencia que con tanto esmero cuido
pero que sé que en el fondo no es más que engaño a mí mismo.
Perdón por esos labios que no sonrieron, por esa palabra que callé,
por esa mano que no tendí, por esa mirada que desvié,
por esa verdad que omití, por ese corazón que no amó. . .
por ese YO que se prefirió.
GRACIAS por todos los que no te dan gracias.
AYUDA a todos los que te imploran Tu ayuda.
PERDON por todos los que no te piden perdón.
Señor, concédeme serenidad
para aceptar las cosas que no puedo cambiar.
Valor para cambiar las cosas que si puedo
y sabiduría para distinguir la diferencia.
Me has escuchado... Ahora Señor, te escucho.
Amén
TO MY BLOGERS FRIENDS:
NEXT SUNDAY
IT IS GOING TO BE NEW YEAR...
I WISH UPON THE STAR THAT YOUR YEAR IS A BEAUTIFUL ONE, WITH...
A SPRING FILLED WITH JOY
SUMMER FILLED WITH LOVE
AN AUTUMN FILLED WITH PEACE
AND A WINTER FILLED WITH WARMTH
”